Colonia Hipódromo Condesa

La Ciudad de México cuenta con barrios, colonias y zonas cuyo nombre evoca muchas sensaciones visuales, sensoriales y gastronómicas, y la Condesa es sin duda uno de ellos.

Vista de Hipódromo Condesa con Google Maps
Vista de Hipódromo Condesa con Google Maps

La Condesa es desde hace décadas el barrio más cool -junto a la Roma-, siempre animado y tranquilo. Las avenidas arboladas jalonan las calles, entre las que se asoman mansiones y villas con varios siglos de vida, y cuyas fachadas alternan el estilo colonial con refinada estética modernista y art decó.

La gente pasea en bicicleta y sale a correr, mientras otros pasean al perro aprovechando los espacios verdes y las áreas habilitadas para sus mascotas. Otros optan por ir de compras en las tiendas de ropa boutique o galerías de arte que proliferan en sus calles, y casi todos acuden a comer tacos, helados o propuestas vanguardistas de cocina.

Historia del barrio de La Condesa

Son muchos los que enarcan las cejas cuando se les pregunta acerca del nombre de Hipódromo Condesa, más que nada porque salvo a vista de pájaro es difícil visualizar que aquí hubo un espacio para las carreras de caballos.

Gradas del Hipódromo Condesa durante su construcción
Gradas del Hipódromo Condesa durante su construcción

En época colonial parte de lo que hoy es la Ciudad de México estaba compuesto por extensas haciendas. Una de ellas abarcaba el inmenso territorio que va desde el pueblo de Tacubaya y el pueblo de Romita, y era conocida como Santa María del Arenal. En 1704, los terrenos donde hoy está la Condesa fueron adquiridos por Doña María Magdalena Dávalos de Bracamonte y Orozco, Tercera Condesa de Miravalle. Con la desintegración de la antigua hacienda, muchos terrenos fueron vendidos para la creación de un barrio para la incipiente burguesía mexicana, especialmente para la comunidad judía. De hecho son muchos las huellas hoy de esos años con sinagogas y almacenes kosher.

El Jockey Club de México promovió a principios del siglo XX (1910) la construcción de un nuevo hipódromo -nombrado como «Condesa»- para disfrutar de las caballos y exhibir la alcurnia de las familias de clase alta. De esta forma la clase pudiente evitaba el camino hasta el primer hipódromo de la ciudad, el de Peralvillo, que funcionó desde 1882 hasta ser desmantelado en 1913.

Una parte de La Condesa se denomina Hipódromo porque aquí se hallaba el espacio para las carreras de caballos de Ciudad de México. De hecho caminando por algunas de sus calles como Ámsterdam podremos vislumbrar la antigua fisonomía de elipse por la que los equinos corrían a toda velocidad. Hoy los únicos animales que trotan son los humanos haciendo deporte.

Cuando perdió su función como hipódromo en 1920, el diseño de sus calles -a cargo del arquitecto José Luis Cuevas- respeto su trazado, y la urbanización de adaptó a la forma ovalada del antiguo estadio, rompiendo la fisonomía clásica de cuadrículas de la mayor parte de la capital mexicana. Es por ello que si caminamos por Avenida Ámsterdam, nos daremos cuenta que estamos dando vueltas en círculo como si estuviésemos en la pista de carrera de caballos.

Durante las décadas siguientes La Condesa se engalanó con nuevas residencias de estilos estéticos diferentes, como arquitectura funcionalista, colonial californiano y neocolonial de los años treinta, cuarenta y cincuenta, como el vanguardista -para la época- Edificio Basurto, obra de Francisco J. Serrano, construido entre 1940 y 1945, la hoy embajada rusa, obra de de estilo ecléctico edificada en 1912 por Mauricio de María y Campos-y que fue la residencia de la última condesa-; los Edificios Condesa, construidos en estilo británico hacia 1908 para los empleados de la Compañía Petrolera “El Águila”,  y otros de Luis Barragán. Familias adineradas y un buen puñado de famosos la habitaron, y hoy en día es una de las zonas más amigables para pasear y disfrutar de la calle.

QUÉ VER EN LA CONDESA

Hay varios lugares en la Condesa que son significativos, aunque lo recomendable es andar sin rumbo y descubrir multitud de edificios que mezclan estilos arquitectónicos, y bares, antros, restaurantes y cafeterías para todos los gustos.

Parque México

Construido en 1927, el Parque México se bautizó con el nombre en honor al General José San Martín, libertador argentino, si bien el nombre actual es el más común, aludiendo a la cercana Avenida México. Su forma no esconde la forma del hipódromo, con numerosos espacios verdes y decoración de estilo europeo, fuentes, estanques y áreas para niños y mascotas.

La obra fue asignada al arquitecto Leonardo Noriega y al ingeniero Javier Stávoli, quienes influenciados por el estilo art Decó. Uno de los espacios más grandes es el del Auditorio o Teatro al Aire ” Libre “Charles Lindbergh”, cuyo nombre fue dedicado tras la proeza del vuelo del piloto en su travesía desde Estados Unidos a México en 1927.

La Fuente de los cántaros en la calle de Michoacán preside la entrada al foro Lindbergh. Las rotundas formas de líneas Art Decó son obra de José María Fernández Urbina en 1927, que plasmó a la modelo Luz Jiménez, musa de facciones indígenas de muchos artistas de la época como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Fernando Leal, Jean Charlot o Tina Modotti.

Escultura de la mujer con cántaros en el Parque México
Escultura de la mujer con cántaros en el Parque México

En sus nueve hectáreas es habitual ver a parejas de enamorados aprovechando los bancos techados de paja, bajo los árboles y otras plantas de zonas húmedas del Mediterráneo, como ciprés del Líbano, mimosas y palmeras, pero también especies muy características de Ciudad de México, como las jacarandas traídas desde Japón.

Entre la vegetación se alza una torre de reloj con herrajes y campanas para marcar la hora. Es un homenaje del pueblo armenio que recuerda el genocidio de principios del siglo XX.

Parque España

Unos años después de la inauguración del Parque México llegó el turno al Parque España, en 1921 como parte de la celebración del centenario de la Independencia.

Escultura de la mano abierta en el Parque España
Escultura de la mano abierta en el Parque España

Lo preside una escultura de una mano abierta y tendida, símbolo y homenaje al ex presidente Lázaro Cárdenas. Representa la afectiva bienvenida que se dio a los refugiados y exiliados españoles que huían de la Guerra Civil Española. Es otro de los puntos de paseo, lectura y relax de la Condesa. En el diseño de arquitecto José Luis Cuevas están de nuevo presentes los guiños al art decó y el art nouveau

Capilla Alfonsina

Antigua residencia de Alfonso Reyes,  poeta, ensayista, narrador, traductor, humanista, diplomático y pensador mexicano, es hoy su casa museo. El ilustrado fue nominado cinco veces al Premio Nobel de Literatura. Le apodaban «El Regiomontano Universal» y el edificio fue obra del arquitecto Carlos Rousseau.

Enrique Díez-Canedo, escritor español, amigo de Reyes denominó la casa de Reyes como la Capilla Alfonsina, un auténtico templo de sabiduría. En el museo se puede conocer la obra y vida de Alfonso Reyes, así como los libros y objetos que coleccionó a lo largo de sus viajes por el mundo.

La Capilla es Patrimonio Nacional, tutelada por la Dirección de Literatura (hoy Coordinación Nacional de Literatura) del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Justo inmediatamente al lado del precioso coche de época encontramos el Fideicomiso Archivos Plutarco Elías Calles–Fernando Torreblanca, en el interior del edificio con forma de castillo europeo, y alzado entre 1922 y 1928.

QUÉ HACER EN LA CONDESA

Además de la visita a los mejores lugares sobre la que ya hemos hablado, una de las actividades imprescindibles en La Condesa es por supuesto disfrutar de la oferta gastronómica. Además de restaurantes de cocina mexicana con sus antojitos y platillos, La Condesa cuenta con restaurantes de todas las cocinas del mundo. Además son innumerables los bares y cafeterías en los que degustar un exquisito café o tomarse una michelada o un cocktail.

Una sugerente ruta de un día por la Condesa nos llevará a desayunar con un rico café cerca del Parque España, accediendo al interior de la escultura en recuerdo a los inmigrantes republicanos que llegaron a México durante la Guerra Civil. El homenaje tiene forma de mano tendida, presidido por una placa que recuerda al ex presidente Lázaro Cárdenas, promotor de la llegada de los españoles exiliados.

Ya con energía en el cuerpo podemos optar por una visita a alguno de los museos que hay en el barrio, como el MODO o la Capilla Alfonsina.

Muy cerca de este último está el Centro Cultural Bella Época, un templo de libros y sede de numerosas actividades culturales como exposiciones, conciertos y mil propuestas de lectura.

Librería del Centro Cultural Bella Época
Librería del Centro Cultural Bella Época

Ya en la calle la avenida Ámsterdam nos transporta por el antiguo carril de carreras de caballos, admirando plazas como Iztaccíhuatl, Citlatépetl o Popocatépetl, cuya belleza hace que giremos por la glorieta como si fuese una noria. En los camellones (aceras) hay mobiliario original art decó, con bancos, farolas y azulejos.

En el parque México siempre hay ambiente, ya sea jóvenes ensayando una coreografía de baile, como gente posando para colgar fotos en su instagram, músicos tocando o gente practicando fútbol, patines, mientras en las áreas habilitadas para perros hay todo tipo de razas jugueteando.

Es posible que antes del atardecer nos apetezca un capricho, y la Nevería Roxy -con varias heladerías- es ideal para un helado o paleta. Y después de cenar podemos explorar el mundo del Mezcal en la cocktelería Antolina.

Plaza de los Compositores

También está situada en los límites de la Colonia Hipódromo Condesa y tiene un camellón súper agradable rodeado de árboles. Se trata de un paseo cultural por compositores y compositoras mexicanos, un tributo a estas personas que desde su música han dado vida a la identidad cultural y a los sentires de la sociedad. Bustos de acero dan vida a personajes célebres como Felipe Bermejo, Chava Flores, José Alfredo Jiménez, Consuelo Velázquez y Gabilondo Soler. Un paseo muy agradable y una probada de la cultura musical del país que tienes que conocer.

TOURS Y ACTIVIDADES POR LA CONDESA

Dónde comer y cenar – Restaurantes

Las posibilidades son muy variadas en cuanto a calidad, precio y tipo de cocina, por lo que dependerá de nuestros gustos. Algunos restaurantes recomendables son: Pehüa («comienzo» en náhuatl) con su propuesta innovadora de reinterpretación de la cocina típica mexicana; el Café Quentin Condesa (Ámsterdam 67A) para saborear buenos aromas cafeteros; los sandwichs de Canica del chef Rodrigo Carrasco (Bowie y Kitchen6); la cocina vegana de Los Loosers; las propuestas de cocina israelí del restaurante Merkavá; la cocina de Baja California que nos deleitará el paladar en La Guerrerense; y por supuesto los mejores pasteles y panes de la Condesa que podrás degustar en la histórica Pastelería La Suiza, fundada por el catalán Jaime Bassegoda en 1942.

Y mucho más a un paso

Cuando visitemos La Condesa no nos costará llegar a otros lugares cercanos como el Bosque de Chapultepec o la Colonia Roma, en la que están museos como el del Chocolate, el de Cera, o MODO el museo del objeto; además de esculturas como la Cibeles o la del David de Miguel Ángel.

Museo del Objeto MODO
Museo del Objeto MODO en la Colonia Condesa

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La Condesa es un lugar con una ubicación inmejorable para dormir durante nuestro viaje a Ciudad de México. De hecho es la zona preferida para encontrar alojamiento y tener a la mano los principales lugares de la ciudad.



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MAPA LUGARES A VER EN LA CONDESA HIPÓDROMO

Mapa de lugares a visitar en la Condesa

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