Celestún es un antiguo pueblo de pescadores del oeste del Estado de Yucatán. A pocos kilómetros al sur comienza el territorio del Estado de Campeche. Celestún es mundialmente conocida por su rica vida animal, especialmente por los flamencos rosas que se han convertido en los iconos de esta Reserva de la Biosfera. Ría Celestún fue declarada Reserva de la Biósfera en el 2000 comprendiendo territorios de los estados de Yucatán y Campeche y los municipios de Calkini, Celestun, Maxcanu, Hunucma, Halacho.
La Reserva Natural de Celestún es el hogar de 18.000 flamencos rosados y se le considera la cuna del ecoturismo cuando ni siquiera existía esa palabra.
Pueblo de Celestún
No hay testimonios arqueológicos que permitan hablar sobe un asentamiento precolombino, si bien es cierto que la riqueza de pesca en la zona, demuestra que ha sido a lo largo de los siglos un caladero para los pobladores de la península del Yucatán, concretamente para los que integraban los mayas del cacique Ah-Canul.
El pueblo de Celestún fue oficialmente fundado en el año 1718, como un pueblo dependiente de Sisal. Suprimida la división administrativa de Sisal, Celestún pasó a formar parte del Partido de Maxcanú, y ya en 1918 logró entidad propia. Además de la pesca, las salinas fueron otra de las actividad económicas destacadas desde la década de 1920, cuya desaparición acaeció en 1937 tras un virulento temporal que destruyó los secaderos de sal y que mitigó su producción hasta prácticamente desaparecer en 1942.
La llegada del turismo a partir de la declaración de refugio en 1979, y reserva en 2000, abrió la senda para que Celestún sea uno de los espacios naturales más visitados de México.
Qué ver y hacer en Celestún
Pese a haber registrado un crecimiento asociado a la Reserva de la Biosfera, Celestún sigue siendo una población pequeña, y más allá de la propia naturaleza no hay monumentos de relevancia, si bien podemos destacar la iglesia en honor a la Purísima Concepción (1887) o el faro en el muelle. Si solo pasamos un día en Celestún y no nos quedamos a dormir, solo nos llevaremos una impresión superficial, ya que en varios días podemos descubrir la zona con paseos en bici, en kayak, comer excelente pescado y marisco en sus restaurantes, o distinguir a los monos arañas en los frondosos árboles.
Reserva de la biosfera
El nombre completo es Reserva de la Biosfera Ría Celestún. Celestún significa en maya: espanto de piedra o piedras pintada, aunque no se conoce el motivo por el que se le dio el curioso nombre. La zona engloba diferentes hábitats, como manglares, petenes, dunas y sabanas costeras y una zona de selva inundable. En las 81,482 hectáreas de área protegida encuentran refugio 304 especies de animales.
La ría Celestún cubre un espacio de 27 kilómetros de agua salobre en el que se fusionan las aguas del caribe mexicano con las de los cuarenta manantiales de agua dulce que emanan del subsuelo. La mezcla de agua dulce y salada que se mezcla en una amplia desembocadura al mar es ideal para que proliferen especies de aves, tanto sedentarias como migratorias.
La metamorfosis de las aguas de la reserva es constante. El intenso rojo del tinte del mangle se mezcla con el verde turquesa de las los ojos de agua.
Flamencos rosas
Entre todas las aves es sin duda el flamenco rosa (phoenicopterus ruber) el que capta la mayor atención. Entre 23 y 28 llegan para pasar el invierno entre noviembre/diciembre y febrero/marzo en la península de Yucatán.
Además de por su número – alrededor de 18 mil- el color rosado de los flamencos contrasta con el paisaje azul y verde. El color tan intenso de los flamencos de Celestún se debe a la concentración de caroteno (pigmentos fotosintéticos) en el agua y en los crustáceos y algas que son parte de su alimentación.
Avistamiento de aves. Mucho más que Flamencos
Es normal que la cantidad de flamencos, su colorido y su estilizada figura cautiven, pero en Celestún los amantes de la ornitología pueden disfrutar otro tanto con otras especies de aves. En las excursiones en lancha es frecuente ver cormoranes, garzas, flamencos, zopilotes, fragatas, cigüeñas americanas y jabirú , pelícanos, halcones, águilas pescadoras o martín pescador.
El avistamiento de aves hace disparar muchas fotografías pero no son los únicos. En tierra y bajo el agua viven especies como la tortuga verdela carey y la caguama (Caretta caretta), ocelote, tigrillo, jaguares, jaguarundi, leoncillo, cocodrilo de pantano, camarón, cefalópodos como el pulpo, cangrejos, jaibas.
Si la botánica nos resulta de interés, la cantidad de especies es enorme, con manglares rojo, blanco y negro, manglar botoncillo, chicozapote, tinte o verdolaga de playa.
Las aguas de la ría son una mezcla de las saladas del mar y las dulces que brotan en forma de ojos de agua (manantiales de agua dulce).
Paseos en barco o lancha
Las excursiones para recorrer la reserva parten del muelle de pescadores o las playas. No tendrá problema para encontrarlo ya que es la actividad por excelencia en Celestún. Hay varias cooperativas que ofrecen paseos en lancha por la ría.
Manantial Baldiosera – Ojo de agua
El Ojo de agua de Baldiosera es otro de los puntos más visitados de Celestún. El fenómeno del manantial subterráneo del que brota agua es curioso y se da en otros lugares del mundo como Albania.
Bosque petrificado de Tampetén
Un lugar peculiar de Celestún es el bosque petrificado de Tampetén. Como si fuesen esculturas de piedra, los troncos de árboles secos, muertos por el exceso de salinidad, se yerguen en un paisaje que se antoja apocalíptico.
Real de Salinas
También al sur de Celestún aún quedan restos del antiguo rancho Real de Salinas, poblado donde se llevaba a cabo la extracción de sal.
Otros lugares cerca de Celestún
El Palmar
A unos 30 kilómetros de Celestún se encuentra El Palmar, que forma parte de la reserva natural. En sus tranquillas playas encontramos especies de tortugas y su faro, el más alto del estado de Yucatán(casi 50 metros y más de 100 escalones) es otro lugar a visitar. Se llega desde Celestún a través de una carretera de terracería. En toda esta franja de costa hay numerosos eco resorts turísticos.
Cuál es la mejor época para visita Celestún
Cualquier época del año es buena ya que el clima del sureste es muy estable. Si el criterio de las vacaciones o el viaje es ver los flamencos rosas, la mejor época es el invierno, y en concreto febrero ya que pasadas las navidades, Celestún tiene menos gente de lo habitual. De abril a noviembre hay menos ejemplares de flamencos (siendo una alternativa la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos), cuyo punto álgido en Celestún es febrero y marzo.
Cómo llegar a Celestún
Desde Mérida hay unos 90 km que se recorren en un trayecto en coche de una hora y media. Para llegar en transporte público es posible hacerlo de dos formas: O bien con el autobús que sale de la Central de Autobuses ADO del centro de Mérida (es más cómodo pero hay menos frecuencia de salidas), o con los autobuses de la compañía Occidente que salen de la terminal Noroeste de la calle 50 con 65 y 67, con camiones (autobuses) cada hora. Desde Mérida salen también colectivos de la calle 71 entre la 64 y la 66 (2 horas aprox.) Los taxis y las excursiones son otra opción para visitar Celestún.
Hoteles y alojamiento en Celestún
Hay algunas opciones para dormir en Celestún, con alojamientos eco turísticos como Xixim Unique Mayan Hotel, además de restaurantes donde comer.
Excursiones a la Reserva de la Biosfera Ría Celestún desde Mérida
Las excursiones a la reserva de Celestún parten desde Mérida y son muy famosas porque permiten ver de cerca los flamencos rosas. Además del paseo en barco hacen parada para bañarse en varios puntos de la reserva como el ojo de agua, túneles de manglares o para ver el bosque petrificado. La ventaja de los tours es que la recogida es en el hotel de Mérida y no hay que preocuparse por el transporte a la reserva de la biosfera.
Importante: Los flamencos rosas están durante todo el año en Celestún, pero es mucho más numerosa la colonia en temporada de invierno ya que es cuando emigran a las cálidas latitudes de sur de México.