El Estado de Jalisco hogar del tequila, los sones, el mariachi. Donde se respira la mexicanidad en toda su geografía, orgulloso de sus orígenes, se engalana de charrería, de acordes rancheros, de tradiciones, de folclore.
Protagonista de aquellas películas de la época de oro, donde interpretaban canciones con enuncias a su nombre: «Ay, Jalisco no te rajes», donde podemos disfrutar no sólo de la algarabía de su gente, sino de su vasto territorio con costumbres y climas tan diferentes. Su zona costera es otro referente a nivel internacional, un destino consentido para el turismo por sus playas idílicas bañadas por las hermosas aguas del Océano Pacífico. Su gastronomía nos regala bocados de México en cada plato.
Qué ver en Jalisco
La belleza de su capital Guadalajara, le mereció un himno escrito por el compositor mexicano Pepe Guízar, que enaltece los atributos sin rubores de ésta hermosa ciudad, hoy en día es una de las más importantes después de la Ciudad de México, donde se pueden llevar a cabo numerosas actividades.
Desde descubrir sus rincones más históricos y emblemáticos, con sus construcciones virreinales, que apetece admirar en un pausado recorrido por el corazón de la ciudad. Maravillarnos en nuestros andares con la Catedral Metropolitana con un estilo neogótico que data del XVI, o el Instituto Cabañas, obra de Manuel Tolsá, que en sus inicios fungiera como hospicio y en el que actualmente podemos apreciar una colección muralista de José Clemente Orozco.
O el monumental Teatro Degollado, que derrocha suntuosidad tanto en su exterior con las representaciones en mármol de Apolo y sus nueve musas y, en su interior de grandes dimensiones, donde remata con su opulento estilo al contemplar la bóveda ataviada de un fresco inspirado en el Cuarto Canto de La Divina Comedia de Dante, otro edificio de gran belleza es el Palacio de Gobierno, que cuenta con un museo que detalla la historia de la ciudad y la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres donde descansan los restos de personajes relevantes, oriundos del Estado.
Hasta empaparnos un poco más de la historia de éste bello Estado de la República Mexicana, en el Museo de la Ciudad que revela el anecdotario desde su fundación en 1542 y siguiendo por éste paseo cultural, podemos visitar también el Museo de Arqueología de Occidente y el Museo de Periodismo y las Artes Gráficas, donde se dice fue colocada la primera imprenta de Nueva Galicia.
Cerca de Guadalajara.
En la zona conurbada vamos a encontrar Zapopan, donde se puede visitar la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan, el Museo de Arte de Zapopan o el Museo del Arte Huichol Wixárika, donde se pueden apreciar obras textiles y musicales de la cultura huichol.
Guadalajara, también conocida como la Perla Tapatía o Perla de Occidente, es famosa por sus trabajos artesanales, los mayores referentes para hallar piezas de hermosa y trabajada confección, es sin duda, Tlaquepaque y Tonalá, ambas con una antigua tradición artesanal y a tan sólo pocos kilómetros de la capital.
En Tlaquepaque, se puede disfrutar de un día de compras de artesanías, pero también presenciar un folclórico espectáculo de mariachis, mientras se saborean manjares del más puro estilo mexicano en los restaurantes de la plazuela. Y si se quiere conocer más acerca del oficio alfarero se pueden visitar la Casa del Artesano y el Museo Regional de la Céramica.
Tonalá comparte ésta tradición alfarera e incluso continúa la práctica del comercio que ya se ejercía en tiempos prehispánicos, por parte de los artesanos, que ofrecen su distinguido trabajo en la Plaza Central llamada Cihualpilli.
Para conocer más acerca de la heredad del arte alfarero, visite el Museo Nacional de la Cerámica y la Casa de los Artesanos. En la cercanía podrá encontrar la Parroquia de San Pedro Apóstol, en el que, por la demora que tuvo en su construcción, casi dos siglos más tarde de iniciado el proyecto en el siglo XVI, podemos apreciar en ella dos estilos arquitectónicos diferentes, siendo una de las iglesias de mayor importancia en el Estado, al declararse sede del Santo Patrono de ésta villa en 1845. Otro de los templos a destacar es el que se ubica en la cresta del Cerro de la Reina, construido por los franciscanos en advocación a la Virgen de Guadalupe, desde su cima, Cihualpilli, entonces reina de Tonalá, tenía un observatorio que dominaba el vasto territorio del Valle de Atemajac.
El Tequila y Jalisco.
Jalisco, la cuna del tequila, donde podemos admirar los imponentes campos de agaves de donde proviene éste elixir de alta graduación etílica, famoso en el mundo. Para conocer un poco más de su elaboración e historia que mejor que el pueblo homónimo Tequila, donde podrá degustar variedades de ésta muy conocida bebida.
Puerto Vallarta.
El Estado de Jalisco con sus variados ecosistemas nos sorprende con paisajes totalmente divergentes unos de otros. Para los que gusten del clima tropical, encontrarán al sur las hermosas playas en Puerto Vallarta. Por ejemplo, Yelapa, que nos ofrece un remanso de paz. Una cala donde se pueden hacer distintas actividades acuáticas, además de disfrutar de la gastronomía que en la zona costera. La región se decanta, por supuesto, hacia los frutos del mar, deleitándonos con gloriosas recetas de la cocina mexicana.
Otras playas a visitar son Boca de Tomatlán, Mismaloya y la más cercana y visitada Playa los Muertos. A temprana hora, se puede regocijar con un paseo por el malecón y comer en uno de los tantos restaurantes que alberga con vistas hacia el mar y a la noche, éste mismo se viste de fiesta con una gran oferta de bares y discotecas para pasar un agradable rato.
Los pueblos mágicos de Jalisco.
Sus pueblos mágicos como Mazamitla, situado en la Sierra del Tigre, es ideal para los amantes de la naturaleza. Su boscosa vegetación nos acoge para llenar los pulmones de aire puro y realizar actividades orientadas al ecoturismo. ¿Algunas ideas?, el senderismo, camping y para los más aventureros está la tirolesa (o tirolina) desafiando sus majestuosos valles. Sus casitas blancas invitan a recorrer sus calles y probar su oferta culinaria que no desmerece del resto del Estado.
Otro imperdible es San Sebastián del Oeste, un pueblo minero ubicado en la Sierra Madre Occidental, que nos evoca antaño, con sus casitas rurales y un zócalo pequeño, alojamientos con encanto, buena comida y unas vistas magníficas desde la cercana cima del Cerro de la Bufa, que invitan al visitante a pasar un tiempo de calidad en la tranquilidad de un pueblo de tan sólo 600 habitantes.
Cultura y Festivales.
El Estado de Jalisco es sede de cuantiosos y renombrados festivales. Uno de los más conocidos e imprescindibles a mencionar es El Festival Internacional del Libro (FIL). Año tras año, su capital Guadalajara, abre las puertas al fomento de la lectura con este evento de magna importancia. Otros ejemplo es, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Un evento cultural que reúne a lo más selecto del gremio cinematográfico nacional e internacional, para celebrar la presentación de interesantes filmes.
Una de las más arraigadas por su origen netamente mexicano es el que se lleva a cabo en el marco de la celebración de las tradiciones más profundas del Estado y es el Encuentro Internacional de Mariachi y la Charrería, donde se dan cita todos los mariachis y charros del país y del mundo para hacer gala de su talento y habilidades.
Gastronomía mexicana en Jalisco.
Y para abrir el apetito hablemos un poco del acervo gastronómico del estado de Jalisco, que nos regala platos como la birria, un caldo un tanto picante, preparado con carne de chivo, muy contundente y sustancioso, que se acompaña comúnmente de tortillas hechas a mano o las famosas tortas ahogadas, confeccionadas con un pan elaborado especialmente para este fin, el birote salado, relleno de carne de cerdo confitada y bañada con una salsa de tomate, chiles y especias, otro de los más conocidos es la carne en su jugo, que como su nombre lo indica, es un preparado de carne de res y frijoles, que con su aparente simplicidad nos regala un festín de sabores.
Y el postre por excelencia para los paladares que gustan de lo dulce es la jericalla, que en su receta se añaden ingredientes como huevo, leche, canela y azúcar, con semejanza muy cercana al flan, pero un tanto más consistente y con una capa crujiente y dorada de caramelo.
Visitar Jalisco es adentrarse en las más puras tradiciones mexicanas.
