Equidistante de Cancún y de Mérida, la ciudad de Valladolid en el estado de Yucatán tiene sobrados motivos para ser merecedora de su apodo, la Perla de Oriente.
Pueblo Mágico desde 2012, Valladolid es una ciudad alegre, agradable, con un gran pasado colonial, y uno de los mejores lugares para acometer la visita a destacados espacios arqueológicos o naturales del sureste de México.
Paseando por su centro descubriremos su historia y los vínculos aún estrechos con su pasado colonial, encontrando reminiscencias de los españoles que llegaron ya desde el siglo XVI.
HISTORIA DE VALLADOLID
Antes de la conquista y de su fundación, el asentamiento maya estaba habitado por los Kupules de Chikinchel, uno de los cacicazgos mayas. Ku-pul, significa en lengua maya «el que arroja o el que rebota», alusión a los jugadores de pelota mayas.
Francisco de Montejo (el Adelantado), figura clave en la conquista de Yucatán y sometimiento de los mayas, asignó a su sobrino – también llamado Francisco de Montejo- la fundación de la ciudad de Valladolid sobre la existente Chauac-Há o Chauacá en 1543.
Como fue habitual en esa época, el nombre de Valladolid hacía alusión a la ciudad española. Su posición estratégica permitió fungir como punto de apoyo en el control de una zona que ofreció una importante resistencia por parte de los mayas. Del mismo modo, los encomenderos españoles se sirvieron de la fortaleza de Valladolid como ciudad colonial en el interior de la península de Yucatán.
Curiosamente, la ubicación actual de Valladolid no fue la primera, ya que Chauac-Há o Chauacá, el lugar donde se ubicó al principio la población, era un lugar más insalubre y donde proliferaba la fiebre amarilla.
Por ello, la presión del cabildo -y posiblemente las amenazas de denunciar su resistencia al mismo rey Carlos I- pudo con la resistencia de Montejo, y el 24 de marzo de 1545 Valladolid fue trasladada a las ruinas de la ciudad maya de Zací.
Sobre este asentamiento abandonado cuyo nombre en maya significa gavilán blanco, creció la Valladolid que el 13 de diciembre de 1823 recibió el título y categoría de ciudad.
Un hecho relevante en la historia de Valladolid fue la apertura del la primera fábrica de tejidos de algodón que usó vapor en Yucatán, en 1832, llamada La Aurora de la Industria Yucateca.
No mucho después, en 1848, durante el conflicto denominado Guerra de Castas, los indígenas sublevados ocuparon Valladolid, quemando la fábrica.
Ya entrados en el siglo XX, en 1910, en la localidad de Dzelkoop, perteneciente a Valladolid, se firmó el Plan de Valladolid o Plan de Dzelkoop, hito que desembocó en en La Primera chispa de la revolución.
QUÉ VER EN VALLADOLID
Aunque Valladolid haya crecido, los lugares imprescindibles para ver se pueden alcanzar andando y no es necesario transporte público para moverse.
Parque Principal Francisco Cantón Rosado
El lugar central de la ciudad lo ocupa el Parque Principal Francisco Cantón Rosado, alrededor del cual ya encontramos algunos de los edificios más célebres, como la iglesia de San Servasio, el mercado de artesanías, el Palacio Municipal o palacios como el del Mesón del Marqués.
Francisco Cantón Rosado fue un político y militar vallisoletano del siglo XIX, hijo pródigo que recibió como honor el nombre del parque céntrico de la población.
El parque funciona como un zócalo y punto de reunión de la gente. Al atardecer locales y viajeros se acercan a degustar un helado, probar una marquesita o sentarse en sus típicos bancos conocidos como sillas confidentes, asientos individuales enfrentados en los que podemos suspirar al oído y ver la cara de nuestro interlocutor mientras no nos perdemos un momento de la intensa vida que cobra la plaza.
No suele faltar la música o los bailes tradicionales, y con la noche el espectáculo de mapping en la fachada del templo de San Servasio.
En el centro de la plaza está la fuente de “La Mestiza”, representando a una mujer yucateca con vestido tradicional, y portando un jarrón de brazo que simboliza la fusión de la cultura maya y la hispánica.
Templo de San Servacio, la iglesia «castigada»
Es la principal iglesia de Valladolid y si bien el edificio original -construido con la piedra de una pirámide maya asentada en el mismo lugar- se alzó en el temprano 1545, en 1705 fue de demolida tras un escándalo de infidelidad, traición y asesinato, conocido como el “crimen de los alcaldes”.
Tratando ser breves hay que contar que el alcalde Fernando Hipólito de Osorno y Gabriel de Covarrubias su amigo, fueron asesinados en las sacristías como venganza por la afrenta amorosa contra Miguel de Ruiz Ayuso, cuya prometida fue cortejada por el alcalde.
Para de alguna manera dejar patente el castigo, tras la reconstrucción del templo en el 1706, el obispo Pedro de los Reyes Ríos decidió que la entrada se orientase al norte, en vez de a oriente como es habitual en las iglesias católicas.
Del templo actual podemos destacar su fachada en la que se elevan dos torres, coronando un reloj del siglo XVIII. El escudo labrado en piedra reproduce arabescos, la corona real y cordón franciscano, y la águila y la palma, elementos de las iglesias franciscanas. En el interior de San Servasio -de acceso gratuito- lo más representativo es el altar de estilo churrigueresco y la cripta.
Pese a tener las dimensiones de una catedral, el templo de San Servasio no cuenta con esa designación al no disponer Valladolid de obispado propio.
Palacio Municipal
El edificio de 1864, además de acoger la oficina de turismo de Valladolid, acoge el Salón de los Murales, obra de Manuel Lizama, que reproduce de forma gráfica algunos de los momentos históricos más importantes, como la conquista o los hechos que desembocaron en la Primera Chispa de la Revolución Mexicana. El Palacio Municipal es una copia o inspiración de la Casa Real de Santo Domingo, en República Dominicana.
Centro Regional de Artesanías Zací
También en la plaza del centro histórico, el Centro Regional de Artesanías Zací nos permite hacernos cargo de la riqueza de los productos elaborados por las diferentes comunidades. Fue una casa colonial y aquí podemos comprar desde sandalias de cuero, hamacas, blusas bordadas, objetos de barro y mucho más.
La Calzada de los Frailes
Para llegar a otro de los lugares que merecen mucho la pena en Valladolid, el Convento de San Bernardino de Siena, deberíamos optar por la Calzada de los Frailes.
Y la razón es que esta calle se ha convertido en un animado corredor en el que hay de todo, desde restaurantes, tiendas de artesanías, hoteles con encanto, bares, cafeterías de especialidad, galerías de arte y muchos ángulos que sirven como excusa para sacar una fotografía más de Valladolid.
La calle adoquinada es una sucesión de antiguas casas coloniales que se han cubierto de color, y que desemboca en el barrio de Sisal, un gran espacio abierto en el que el convento de San Bernardino de Siena acapara toda la atención.
Fue construido en el siglo XVI para comunicar el centro de Valladolid con el poblado de indianos de Sisal. Aún son apreciables escudos, remates de casas y grandes patios de las antiguas casonas, hoy ganados para el ocio y el relax. Una de esas edificaciones es la casona de las cinco calles, propiedad en su día del comerciante Marcial Vida.
Ex convento de San Bernardino de Siena
Frente al que fue el segundo convento más grande de Latinoamérica -solo por detrás del de San Antonio de Padua en Izamal- las letras del Pueblo Mágico sirven de marco invisible para enmarcar la fotografía.
A diferencia de otros pueblos mágicos, las letras de Valladolid son todas diferentes, pintadas por una artista local con temáticas alusivas a la historia y patrimonio de la ciudad.
Fundado por los franciscanos, su ausencia de ostentación tiene que ver con la orden monástica que en 1552 lo construyó a las afueras de Valladolid.
Su fisonomía de convento fortaleza ya indica que además de la vocación evangelizadora, su interior servía de refugio ante cualquier conflicto con los mayas. Abierta a la explanada del parque, la gran fachada de arcos y gruesos muros tiene una entrada de piedra labrada.
A lo largo de los siglos su carácter robusto fue propicio para servir tanto como cuartel militar o cárcel, con espacios como la iglesia, la capilla, el atrio y la huerta.
En la nave central del templo se admira el retablo mayor en madera dorada y motivos ornamentales barrocos. Al mismo tiempo el convento de San Bernandino de Siena es sede de un museo dedicado a la Guerra de Castas, el levantamiento contra los criollos.
En su jardín encontramos un pozo y una noria para extraer agua, en realidad una de las bocas del cenote SIIZ HA, lo que explica la elección del lugar por los franciscanos para fundar aquí el convento.
Cuando cae el atardecer el sol se oculta frente a las casas del ex convento, resaltando los colores de sus fachadas. Por las noches -de lunes a domingo a las 21:00 horas- un videomapping tiñe de luz y color su frontal, atrayendo las mirada
Cenote Zací
El caso de Valladolid no es habitual, y es que encontrar un cenote en medio de la ciudad sorprende cuando se pasea por la ciudad. Se trata de un cenote de tipo semiabierto, es decir, que un momento de su formación parte del techo colapsó, quedando al aire una cavidad por la que entra el sol. Sus dimensiones son considerables, con 45 metros de diámetro, lo que lo hacen perfecto para nadar o saltar desde la plataformas.
Su nombre Zací (se pronuncia Sachí) alude a la palabra maya para designar la ciudad antes de la llegada de los españoles y la fundación de la villa colonial.
Es un cenote muy visitado, al estar a menos de diez minutos de la iglesia de San Servasio, por lo que mejor madrugar para disfrutarlo con más calma y refrescarnos cuando el calor del sureste de México aprieta.
Cuenta con restaurante y el horario del cenote es de 9h. a 17h. De hecho recuerda que según los mayas no hay que bañarse después de esa hora en un cenote…o molestarás a los aluxes, los seres que protegen los ojos de agua.
Casa de los Venados
Este museo privado reúne más de 3.000 piezas en una de las mayores colecciones de arte mexicano. Sus creadores son un matrimonio estadounidense, John y Dorianne Venator, enamorados de la cultura local, las artesanías y todo lo que engloba la mexicanidad.
Hay tres visitas guiadas al día, en español e inglés (10 y 11:30h. y 13.) y aunque no hay coste de entrada, se solicita un donativo para poder seguir ampliando la colección y preservándola.
Puedes encontrar la Casa de los Venados en el local 240 de la calle 40, que ya en sí es un edificio colonial de gran belleza, con más de 4 siglos de existencia.
Museo de San Roque
Otra de las visitas culturales de Valladolid es el Museo de San Roque, que abarca un recorrido histórico desde época prehispánica hasta la conquista y la revolución mexicana. Destacan objetos arqueológicos de yacimientos como Ek Balam, como por ejemplo la cabeza de serpiente expuesta en el museo.
El edificio fue una capilla colonial construida en 1575, para posteriormente ser hospital y el convento de San Roque. En su patio se enterraron los cuerpos de los alcaldes del famoso crimen a comienzos del XVIII, y también se fusilaron a varios rebeldes revolucionarios al comienzo de la sublevación. El horario de apertura es 9h a 21h todos los días y la entrada es gratuita.
Museo del Chocolate Choco – Story
Apto para adultos y niños, el museo del chocolate nos introduce en la importancia del cacao en la civilización maya. A través de sus doce salas aprenderemos todo sobre su historia y cómo era consumido por las élites prehispánicas. Se encuentra a la vuelta del Parque Principal Francisco Cantón Rosado
MUREM
Para terminar el recorrido de museos es menester mencionar el MUREM o Museo de Ropa Étnica de México, centrado en la tradición textil mexicana y exhibiendo piezas de vestidos y trajes de gran belleza.
Un paseo entre iglesias
una de las mejores maneras de ver Valladolid es paseando sin rumbo. Así descubriremos rincones poco conocidos por el turismo o iglesias coquetas y coloridas que quizá estén engalanadas con alguno de sus patronos. Algunas de las más bonitas son la Iglesia de la Candelaria, la Iglesia de Santa Ana, la Iglesia de Santa Lucía o la Iglesia de San Juan.
La Iglesia de la Candelaria destaca sobre las demás, con su color rojizo, un pórtico con arcos y su retablo churrigueresco, siendo su festividad a finales de enero y principios de febrero.
DÓNDE DORMIR – ALOJAMIENTO EN VALLADOLID
Ya decíamos que merece la pena quedarse al menos dos días en Valladolid, ya que desde aquí podremos visitar otros lugares como Ek Balam, Chichén Itzá o los cenotes. Y si buscamos alojamiento algunos lugares recomendables son para empezar el Hotel Mesón el Marqués. Su ubicación inmejorable frente al Parque Principal Francisco Cantón Rosado y la calidad de sus habitaciones o la piscina, lo convierten en probablemente la mejor opción.
Además, el restaurante Don Diablo, en el rooftop del Mesón del Marqués está animado por la noche, ofreciendo unas vistas de la plaza y el espectáculo de Videomapping sobre la fachada de la iglesia de San Servasio.
Por la mañana o a la hora de comer, el patio interior del Mesón del Marqués ofrece platos de la gastronomía yucateca en un ambiente relajado.
Restaurantes – Dónde comer en Valladolid
La gastronomía yucateca es excepcional, empezando por la cochinita pibil, los papadzules, el poc-chuc, sopa de lima, los mariscos o las clásicas marquesitas. En Valladolid hay algunos productos y platos estrella como la longaniza o los lomitos de Valladolid, y mencionando bebidas y el licor xtabentún, elaborado a base de anís y miel de abejas.
Valladolid cuenta con excelentes restaurantes adaptados a cada bolsillo o momento, desde taquerías, botanas y garnachas callejeras a excelentes lugares para comer con platos típicos elaborados con mucho arte e imaginación.
Empezaremos por uno de los restaurantes top, Sikil, en el que tanto los productos frescos como el gran cariño y conocimiento de sus chefs, logran una experiencia gastronómica maravillosa para con sus comensales.
Otro lugar para disfrutar de la comida es el Mesón del Marqués, del que ya hemos hablado, y que sin duda colmará nuestras necesidades.
Para terminar podemos optar por comer en el mercado municipal Donato Bates de Valladolid, donde hay numerosos puestos de comida ofreciendo antojitos.
TOURS Y EXCURSIONES EN VALLADOLID
Desde Mérida son tantas las opciones de excursiones que tendremos que dedicar unos cuantos días. Para empezar las ruinas del yacimiento de Chichén Itzá están a apenas 50 kilómetros, siendo su visita imprescindible. No lo es menos el yacimiento de Ek Balam, a media hora en coche, cuya decoración de la gran pirámide hace alusión a los gobernantes convertidos en deidades.
Otros pueblos maya cerca de Valladolid son Chichimilá y Uayma, a unos 20 minutos en coche desde Valladolid, presidido por el Ex-Convento de Santo Domingo del siglo XVII, decorado con rosetones y estrellas coloridas.
Cenotes cerca de Valladolid
Los cenotes son sin duda uno de los grandes alicientes del entorno de Valladolid. Hay muchos ojos de agua repartidos por el área, empezando por el mismo cenote Zací en el centro de la ciudad, y siguiendo por los que van hacia Cancún o Mérida.
Algunos de los más recomendables o destacados son el Cenote Chukum, que combina varios cenotes con el aliciente de que puedes llevar a cabo un rappel en uno de ellos.
Por otro lado el cenote Suytun es muy famoso gracias a Instagram, lo que significa que tiene un precio más caro y que solo permite estar un tiempo limitado. Es ideal para los que solo busquen la fotografía icónica con el rayo de sol iluminando la plataforma en el centro del cenote.
El Cenote Ik-Kil encaja perfectamente si tenemos idea de acercarnos a las ruinas mayas de Chichén Itzá, ya que está cerca y es muy vistoso y enorme.
Otros que no debes dejar de visitar son los cenotes de Hacienda Selva Maya (Saamal), o Samulá y Xkekén, conocido como también el Dzitnup o la Cueva Azul.
Otra de las excursiones recomendables es la que nos conduce hasta la costa y la población de Río Lagartos. La presencia de cocodrilos y gran cantidad de aves en sus manglares invita a un tour de avistamiento de reptiles. Si a eso añadimos que a las afueras están las salinas de las Coloradas, podremos completar un día muy fotogénico retratándonos al lado de los coloridos estanques de donde se extrae la sal.
CÓMO LLEGAR A VALLADOLID
Afortunadamente Valladolid cuenta con muy buenas conexiones. Para empezar podemos elegir entre el aeropuerto de Mérida o el Cancún como las dos mejores opciones de vuelos. Desde ambos podremos decantarnos entre los autobuses de líneas regulares de ADO o por el tren maya como opciones de transporte público.
Por otro lado, si llegamos en coche de alquiler no tendremos que preocuparnos por el tema de aparcamiento a menos que sean zonas céntricas en las que esté prohibido. Las calles son seguras y los alojamientos suelen contar con parking privado.
Desde Cancún por la carretera sin peajes son 190 km y un trayecto de 2 horas y 45 minutos, y algo más de dos horas y 160 km si elegimos la carretera con peajes. Desde Mérida son cerca de 160 km y 2 horas y 10 para llegar en coche.
